La festividad del Cristo de la Quebrada sin agua ni conexión a internet; la queja de los vecinos y visitantes
Por falta del suministro, los baños de los restaurantes se mantenían clausurados y los vendedores perdieron al no poder utilizar la billetera virtual de Mercado Pago. Ambas problemáticas se hicieron escuchar durante el último día de celebración.
Los habitantes de Villa de la Quebrada aseguran que el problema del agua no solo se reflejó durante los tres días de festividad al Santo, sino que es durante todo el año.
“No hay para los baños, para las duchas, por si tienen que lavar cosas, no hay. Y es muy lamentable porque la gente lo necesita. Más para el turista que viene de afuera, se va mal porque no queda bien, nos pone mal a nosotros porque es una vergüenza”, enfatizó Rubén, un vecino de la localidad.
Se pudo comprobar que los baños de los comedores no tenían agua y no estaban a disposición del público. La gente tenía que salir a buscar alternativas en la zona del campo o bien con suerte encontrar a algún vecino que tenga reservas.
Rubén destacó que al momento de reclamar a la gestión de la intendenta Rosa Calderón, en vez de darle una solución al problema con el que conviven hace años, les aumentan el impuesto y tienen que pagar más cuando prácticamente “el agua no existe”.
Hay horarios nocturnos en el que el suministro llega a las viviendas, pero con poca presión y sale en poca cantidad o no alcanza para llenar el tanque. Vecinos contaron que la ropa la tienen que lavar a mano porque no pueden utilizar electrodomésticos.
Rubén subrayó que la gente no se anima a hablar por miedo a represalias. Como así también dijo que desde la Municipalidad con camionetas les venden los bidones de 5 litros a $900.
Otra queja que se escuchó constantemente fue la falta de conexión a internet, más precisamente, el uso de datos.
Sin internet, no se puede utilizar Mercado Pago y por tal razón, muchas ventas se cayeron o no llegaron a concretarse.
Los vendedores criticaron y acentuaron que “muchos turistas se fueron enojados o tristes porque no pudieron comprar su recuerdo o indumentaria”.